blog de economía

martes, 29 de marzo de 2011

ACTIVIDAD DE CLASE SOBRE NOTICIAS ACTUALES PARA 1º DE BACHILLERATO

LADEPENDENCIA ENERGÉTICA DE ESPAÑA
Objetivos de la actividad:

1. Interpretar de forma crítica las noticias económicas.
2. Contrastar las noticias de diferentes fuentes.
3. Conocer nuestros principales proveedores de fuentes de energía.
4. Formar su propio juicio sobre las medidas del gobierno frente a este problema económico.
5. Plantear diversas soluciones y propuestas distintas a las que ha planteado nuestro gobierno.

Actividades para el aula, trabajar las noticias consultando en internet sobre la dependencia energética (noticias sobre el petróleo en revistas económicas buscadas en el kiosco virtual o kiosco.net)

Conclusión de la actividad


Al final se expondrán las conclusiones y éstas deberán ser entregadas por escrito de forma individual al profesor en la siguiente sesión.

2 comentarios:

Juan León Palacios dijo...

España mantiene la misma dependencia energética que hace 30 años.
El alza del barril de crudo, que se ha encarecido más de 40 dólares en los últimos seis meses, ha devuelto al debate público la dependencia de la economía española respecto del petróleo. Sin embargo, un estudio más detallado de las cifras muestra como las compras de crudo se han reducido cerca de 25 puntos en los últimos 30 años. En 1980, el 73% de la energía que se consumía en España era petróleo; en 2009, ese porcentaje descendió hasta el 48,8%. Sin embargo, el grado de dependencia energética de España, que mide la relación entre las necesidades de consumo y lo que se importa del exterior, se ha mantenido inamovible durante esas tres décadas en el 77%, según los datos del Ministerio de Industria elaborados a través de la metodología de la Agencia Internacional de la Energía. Dos factores explican que el grado de autoabastecimiento se haya anclado por tanto en el 23%: por un lado, las compras de petróleo han retrocedido en paralelo a la producción nacional de crudo. Esta última tocó máximos en 1983 cuando llegó a cubrir el 7% de la demanda nacional. Posteriormente fue rebajándose a medida que se fueron acabando los yacimientos de crudo que se explotaban en las costas españolas, hasta llegar al exiguo 0,2% en 2009.

Pero el factor que más ha favorecido al mantenimiento de la dependencia energética de España es el fuerte incremento de las compras al exterior de gas natural, que en 1980 apenas suponían el 2,3% del consumo total y en 2009 rozan el 25%. España apenas produce gas natural, así que todo lo que consume debe importarlo.

Pero si en términos cuantitativos se ha empeorado el grado de dependencia respecto a esa fuente de energía, sí se ha producido una fuerte diversificación en cuanto a los países vendedores. En 1997, el 70% del gas que compraba España procedía de Argelia; trece años después, ese porcentaje ha bajado a menos de la mitad (un 32%) en favor de otros proveedores, como Nigeria, Catar o Trinidad y Tobago, lo que evita que en caso de que se produzcan revueltas, el suministro de gas a España se vea amenazado. En el caso del crudo, lo que se ha producido es una reordenación de los países vendedores, en el que han ganado peso Libia e Irán y lo han perdido Reino Unido o Arabia Saudí.

En la comparación con el resto de países de la UE, España sale malparada por sus elevadas compras al exterior. Según los últimos datos de Eurostat, España es una de las naciones que más importa (un 78,1% del total), lo que supone 24 puntos más que la media europea. Por encima de ese nivel tan solo figuran Malta, Chipre, Lituania, Luxemburgo, Portugal, Italia o Irlanda. Además, la Comisión Europea se muestra pesimista respecto a la reducción de la dependencia española, ya que estima que el porcentaje apenas se reducirá al 74% en 2030.

Juan León Palacios dijo...

Dependencia energética en España:
La importancia del sector energético en las economías nacionales se debe a su característica de principio necesario para toda actividad, ya que de ella depende en gran medida el mayor o menor desarrollo que éste tenga; en el caso de España, la insuficiencia energética es una de las causas de su retraso industrial. Las posibilidades energéticas españolas se basan en la explotación de los recursos carboníferos, en la importación de hidrocarburos, en el aprovechamiento de los recursos hidroeléctricos, y en la explotación de los minerales radioactivos del subsuelo y del combustible nuclear importado, además de las posibilidades derivadas de otro tipo de fuentes de energía como la solar, la eólica, la mareomotriz y la geotérmica.

España, es pues, uno de los ejemplos más claros, dentro del conjunto europeo, de dependencia energética; se puede afirmar que apenas ha conocido periodos de autoabastecimiento, desde la importación de carbón inglés, con precios más asequibles que los resultantes de la producción minera española, hasta la demanda de petróleo y de gas natural de las últimas décadas, España ha dependido siempre de otros países suministradores de energía. Sin embargo, esta característica de la estructura económica española no ha implicado planes de previsión ni de investigación: tras la crisis del petróleo de 1973, España no adoptó medidas en relación con el ajuste de precios internos, el ahorro o la planificación energética, sino que se puso en práctica una política de subvención de precios -inicio del déficit público- sin atender a un plan energético nacional, cuyo parecido más próximo era el Plan Eléctrico Nacional aprobado en 1969 y puesto en marcha en 1972; la incidencia del incremento del precio de los crudos originaría la grave crisis económica de finales de la década de 1970 y principios de la de 1980. La muerte del General Franco (1975) y los cambios políticos habidos en España durante los años siguientes, se reflejaron en el primer Plan Energético Nacional (PEN) 1983-1992, que tendría su continuación en los planes de ajuste realizados por los gobiernos de Unión de Centro Democrático (UCD, 1977-1982) y posteriormente por los del Partido Socialista Obrero Español (PSOE, desde 1982), entre los que se encuentra el Plan de Energías Renovables (PER - 1986).

De la década de los años cincuenta hasta nuestros días el consumo de energía se ha multiplicado por seis, paralelamente al crecimiento económico del país. En los últimos años, la relación entre la producción y el consumo energético, intensidad energética, ha disminuido debido a las medidas de ahorro y al desarrollo de nuevas tecnologías. Aún cuando pueda seguirse esta senda más lentamente, alcanzar los niveles económicos de los países más desarrollados de la Unión Europea obligará a que nuestro consumo de energía siga creciendo en términos absolutos.

Para analizar la situación basta ver la estructura de producción de energía primaria, así como el grado de abastecimiento en España, de las siguientes tablas.