blog de economía

miércoles, 28 de abril de 2010

EL TURISMO

El turismo, un sector estratégico para la economía andaluza.



Andalucía debido a sus características particulares como sus recursos naturales, su climatología, sus recursos culturales y antropológicos, así como su posición geostratégica se ha convertido en un destino tradicional para cubrir esas nuevas necesidades de ocio. Pero desde que esto es así el modelo turístico andaluz ha pasado por varias etapas.

En un principio en los años 70 la política turística propia brillaba por su ausencia, ciñéndose la misma a una planificación estatal centralizada basada en la venta de un modelo de sol, playa, barato y ‘Tipical Spanish’. El producto se vendía solo gracias simplemente a las potencialidades naturales y al empuje de la demanda. La oferta turística se basaba en una prestación del servicio en función de una ganancia a corto y medio plazo. Pero este modelo provocó algunos problemas derivados de una promoción urbanística sin respeto al medio ambiente, con el consecuente deterioro de las zonas de playa a medio y largo plazo, una alta estacionalidad que provocaba problemas de desempleo temporal así como de abastecimientos (basta el ejemplo de los problemas de abastecimientos de aguas en la costa del sol) y la atracción de un turista con bajo nivel adquisitivo que con el incremento del nivel de vida español se fue trasladando a otros destinos más baratos en países con menos nivel de desarrollo. Estos factores motivaron el agotamiento del modelo tradicional y la necesidad de plantear una industria turística andaluza, no una prestación del servicio de manera coyuntural. Actualmente, ya se han realizado diferentes medidas en este sentido, pero aún quedan pasos por andar. Entre las características que definen un proceso industrial en la prestación del servicio turístico de acorde con el nuevo modelo, yo destacaría las siguientes:

* Una denominación de origen propia.
* Una planificación urbanística que respete al medio ambiente y la estética de los lugares.
* Una diversificación productiva, ofreciendo productos complementarios que basen su competitividad en clientes con poder adquisitivo o simplemente con una alta rotación y gasto/día y elimine la estacionalidad del binomio sol playa. En este sentido habría que orientar la producción turística hacia el turismo residencial de la tercera edad, turismo deportivo (puertos deportivos, campos de golf, siempre teniendo en cuenta el respeto al medio ambiente y los problemas de abastecimiento), turismo de congresos, cultural, rural, terapéutico, etc.
* Una planificación acorde con un desarrollo endógeno integral del territorio, de manera que el sector turístico esté integrado con el desarrollo del resto de sectores productivos: productos agrícolas e industriales, construcción...

Y sobre todo, un proceso productivo, que recoja una elaboración de la producción y una comercialización a través de unos adecuados canales de distribución, de manera que se cambie el concepto de ‘Tipical Spanish’, por el de ‘Made in Spain’ o mejor dicho, un certificado de calidad que especifique ‘Hecho en Andalucía’.

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